Nuevo proyecto de escritura, necesito sus opiniones

Él no era el chico más popular de la escuela, ni el más lindo, ni el más alto, ni el mejor deportista… bueno, creo que ya se entendió ¿no?. Era sólo un chico más del montón. Parecido a tantos otros. Pero me hacía reír, y me decía que era hermosa. En definitiva, me enamoré de él, y mi corazón se rompió… momentáneamente.

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Todas las mañanas la misma historia. Me levanto a las 6:30 am, me pongo el uniforme de la escuela, como algo mientras me “peino” (si es que a lo que me hago en la cabeza se le puede llamar peinado) y salgo corriendo para no llegar tarde a clase. Claro que eso podría solucionarse si me levantara un poco más temprano. Pero la verdad es que nunca fui de las que eligen el camino fácil.

Si les soy sincera, creo que nunca me hubiera imaginado que terminaría agradeciendo todas esas llegadas tarde. Si no fuera por ellas, nunca lo hubiera visto. Si no fuera por ellas, nunca hubiera perdido el colectivo, corrido como loca y chocado contra el chico más tierno del universo. O tal vez si ¿Quién sabe? , tal vez fuera el destino… y, entre nos, tampoco era tan tierno que digamos.

Ya me fui de tema, es gracioso como podes estar hablado de una cosa y pasar a otra de forma tan sencilla.

Volviendo a lo que importa, cuando llego al colegio me causa gracia ver como todos van caminando súper lento y con las cabezas bajas. Parecen más zombies que personas. Solo hay algunos subnormales que van tan alegres que lo único que les falta hacer es ponerse a cantar alguna canción feliz mientras van saltando a clase. Está bien, acepto que no soy muy sociable que digamos y que la gente que actúa de forma irracional me irrita un poco en la mayoría de los casos.

Bianca, a la que todos catalogan como mi “mejor amiga” me está esperando en la entrada. Lo digo de esta manera porque en realidad no somos tan cercanas. Casi no sé nada sobre ella, solo que se sienta conmigo y que es una chica muy bonita, con su sonrisa de concurso y su pelo castaño brillante que le cae bien lacio por la espalda… comparada conmigo ella es una modelo, aunque yo tampoco estoy tan mal para no esforzarme en lo absoluto. Creo que mi pelo corto y enmarañado está a la última moda, yo lo sé, y me niego a escuchar que alguien diga lo contrario. Además, todos dicen que mis ojos tienen un hermoso color caramelo… ¿caramelo? A veces las personas me dan risa con sus ocurrencias, mis ojos no son color caramelo, son color caca! Las cosas como son. 

-¡Cami, por acá! – como si no la hubiera visto ya, ahora todo el mundo se dio vuelta para mirarme, camino rápido, con la mirada clavada en mis zapatos en dirección a ella, cuando estoy a solo un paso suyo, Bianca entrelaza su brazo con el mío – ¡Tengo noticias FAN-TÁS-TI-CAS! 

- ¿Si? – Trato de sonar emocionada aunque en realidad no me importe para nada lo que tiene que decirme - ¿de qué se trata?

- ¿Te acordás de Alan Martínez? – como para olvidarlo, creo que me estuvo hablando de él durante todo el año – Bueno… lo que pasa es que… ¡Me invito al cine! Estoy taaaaan feliz, no sé qué ponerme ¿vos que pensás? ¿Voy formal o informal? ¿Pelo suelto o recogido? ¿Zapatillas o…

- ¡Bianca! Calmate, es solamente una salida al cine, no van a ir a un desfile en París, andá normal, como si fueras conmigo, no sé! Me parece genial que te haya invitado y sé que estás muy contenta, pero no hagas de esto un problema de estado, porque ¡no lo es! – creo que soné más dura de lo que pretendía. Sonrío de lado para tranquilizarla – Bian, vos siempre estás divina, te pongas lo que te pongas, así que dejá de preocuparte que seguro terminás encontrando el conjunto perfecto!

Eso parece tranquilizarla, porque relaja un poco las facciones y me devuelve la sonrisa.

¡NECESITO SUS OPINIONES! ¿Les gusta la idea? ¿Quieren que siga con el relato o no vale la pena?