LEE LA PRIMERA PARTE "AQUÍ"
¿QUÉ TAL MUNDISTAS? como la primera parte de mi historia tuvo unos cuantos votos positivos (tanto en el blog como en la página de facebook) y porque el reto así lo requiere... hoy les traigo un poco más de este relato♥
¿QUÉ TAL MUNDISTAS? como la primera parte de mi historia tuvo unos cuantos votos positivos (tanto en el blog como en la página de facebook) y porque el reto así lo requiere... hoy les traigo un poco más de este relato♥
recuerden que ustedes deciden si la historia debe o no continuar! (me lo dicen en los comentarios)
.TÍTULO PENDIENTE.
2da Parte
Abro
los ojos, debo haberme quedado un rato dormida porque el psiquiatra ya está sentado
frente a mí con sus lentes puestos y una carpeta azul cielo en las manos.
Me
incorporo ayudándome con los brazos y me quedo ahí sentada esperando a que él
diga algo.
Se
presenta como “Dr. Harrison” y hace que me recueste nuevamente en el diván.
Me
susurra que me tranquilice, que confíe en él y que no hay nada que temer.
Decido creerle, porque, de lo contrario, tal vez no pueda ayudarme.
Luego
de unos minutos, creo que fueron solo algunos, el doctor comienza a hacerme
preguntas sobre mi pasado. Intento contestarlas sinceramente, pero hay cosas
que las olvide hace mucho tiempo. Se lo digo y él toma la pose de “El pensador”. Al cabo de un rato me
propone probar de otra manera y yo acepto instantáneamente, no creí estar tan
desesperada hasta ese momento.
Él
se incorpora del asiento y revuelve en uno de los cajones de su escritorio
hasta que por fin saca una cadenita con una especie de dije o medalla colgando
por un extremo.
No
sé qué pretende pero parece muy confiado así que no protesto.
Me
dice que conmigo va a ser necesario un método que no se utiliza muy a menudo
pero que si los pacientes están predispuestos resulta muy efectivo.
Le
pregunto cuál es ese método milagroso del que habla y me contesta “Señorita, voy a tener que hipnotizarla”
El
Dr. Harrison debe haber notado mi cara de espanto, porque inmediatamente me
pone una mano en el hombro y suaviza sus rasgos, adoptando una expresión
tranquilizadora.
Me
repito a mí misma que no tengo por qué ponerme así, que el hombre sabe lo que
hace. Así que suelto todo el aire que no sabía que estaba conteniendo y asiento
lentamente para indicarle que estoy de acuerdo con él.
El
hombre sonríe y me dice que siga con la mirada la medalla lentamente. Comienza
a moverla de lado a lado justo enfrente de mi cara mientras me susurra que no
piense en nada y que me deje llevar.
Me siento en el
sofá del living a comer el yogurt que había dejado sin terminar mientras espero
a que el chico, que se presentó como Bryan, termine de hablar por teléfono en
la cocina.
No se escucha
ningún sonido, si no supiera que el chico sigue aquí pensaría que estoy sola.
Lo llamo levantando un poco la voz, para saber si está bien, y él me dice que
lo espere un segundo, que ya termina y que me lo agradecía mucho.
Escucho un ruido en
la entrada de la sala, volteo la cabeza y efectivamente allí esta Bryan que se
acerca caminando con una sonrisa de agradecimiento en el rostro.
Me pregunta si
puede esperar aquí a su papá, que en un rato lo va a pasar a buscar.
Le digo que sí y
mientras tanto comenzó a contarme como había terminado parado frente a mi
puerta. Me dijo que había salido la noche anterior con unos amigos que eran de
la zona. Ellos lo habían ido a buscar a su casa, porque él no sabía cómo
llegar.
Hoy a la mañana
había despertado solo a la entrada de un bar. Sin saber dónde estaba y menos
aún como volver a su casa… Decidió tocar a un par de puertas a ver si alguien
le prestaba el teléfono. La mayoría no le respondía o simplemente le decían que
no, hasta que llego aquí.
Ahora tiene miedo
de que su papá se enoje mucho con él, ya que dice que es un hombre impulsivo y
temperamental.
Media hora más
tarde tocan a la puerta, me levanto para ir a abrirla…
En la entrada están
parados tres hombres. El que toco la puerta es alto, musculoso y tiene el
rostro duro. A los otros dos no puedo verlos bien ya que el primero me tapa la
boca mientras me ingresa de un empujón de nuevo al interior de mi casa.
Me
incorporo de golpe totalmente alterada, un sudor helado cae por mi espalda y la
cabeza me duele a más no poder.
El
Dr. Harrison extiende una mano en mi dirección y yo lo aparto de un empujón, no
quiero que se me acerque, ya estaba bastante mal antes de que él llegara.
Luego
de una media hora comienzo a calmarme y ahí es cuando, por fin, decido escuchar
al Dr. Y ver que es lo que paso.
Según
parece estuve en trance por casi una hora, no dejaba de convulsionar, él
intento despertarme, pero temía que si lo hacía de manera brusca me quedaran
secuelas.
Se
me caen las lágrimas, no sé por qué, intento detener el sollozo histérico que
se me escapa de los labios, pero es completamente involuntario y no lo logro.
El
Dr. Rebusca un poco en su cajón y saca un frasquito de vidrio con unas pequeñas
pastillas rosas dentro. Me da una, me dice que es un calmante y que sería mejor
que lo tome.
Agarro
la pastilla con una mano temblorosa y me la meto en la boca. Él me ofrece un
poco de agua para ayudarme a tragarla y yo lo acepto, cualquier cosa para
calmar mis nervios, que ya están bastante alterados.
Al
cabo de un rato se abre la puerta del despacho y entra la misma cuidadora que
me llevo ahí en primer lugar. La mujer me toma del brazo y tira de mí hacia
afuera. Me despido con la mano del Dr. Harrison.
¿CONTINUARA?
eso depende de ustedes♥
Espero que les haya gustado♥ saludos desde Mendoza mundistas (:
Me encanta!!! quiero saber que es lo que le paso a la chica. Seguila cuando puedas!!
ResponderEliminarEn serio?? *W* muchísimas gracias♥ siii! en la semana subo la 3ra parte :D
EliminarMe gusto!!
ResponderEliminarMe alegro de que te gustara (: y muchísimas gracias por tomarte el tiempo de leerla♥
EliminarAAH ME GUSTA MUCHO!
ResponderEliminarTu manera de escribirla me encanta, tiene un ritmo super ameno!
Y me llena de intriga que le paso!!
Un beso,
Seguila Caluu!!
jajajaj me alegro de que te guste♥ en la semana subo la 3ra parte!!! :D
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