viernes, 7 de marzo de 2014

RETO: ESCRIBIR UN RELATO (2da parte)

LEE LA PRIMERA PARTE "AQUÍ"

¿QUÉ TAL MUNDISTAS? como la primera parte de mi historia tuvo unos cuantos votos positivos (tanto en el blog como en la página de facebook) y porque el reto así lo requiere... hoy les traigo un poco más de este relato♥ 
recuerden que ustedes deciden si la historia debe o no continuar! (me lo dicen en los comentarios)

.TÍTULO PENDIENTE.
2da Parte

Abro los ojos, debo haberme quedado un rato dormida porque el psiquiatra ya está sentado frente a mí con sus lentes puestos y una carpeta azul cielo en las manos.
Me incorporo ayudándome con los brazos y me quedo ahí sentada esperando a que él diga algo.
Se presenta como “Dr. Harrison” y hace que me recueste nuevamente en el diván.
Me susurra que me tranquilice, que confíe en él y que no hay nada que temer. Decido creerle, porque, de lo contrario, tal vez no pueda ayudarme.
Luego de unos minutos, creo que fueron solo algunos, el doctor comienza a hacerme preguntas sobre mi pasado. Intento contestarlas sinceramente, pero hay cosas que las olvide hace mucho tiempo. Se lo digo y él toma la pose de “El pensador”. Al cabo de un rato me propone probar de otra manera y yo acepto instantáneamente, no creí estar tan desesperada hasta ese momento.
Él se incorpora del asiento y revuelve en uno de los cajones de su escritorio hasta que por fin saca una cadenita con una especie de dije o medalla colgando por un extremo.
No sé qué pretende pero parece muy confiado así que no protesto.
Me dice que conmigo va a ser necesario un método que no se utiliza muy a menudo pero que si los pacientes están predispuestos resulta muy efectivo.
Le pregunto cuál es ese método milagroso del que habla y me contesta “Señorita, voy a tener que hipnotizarla”
El Dr. Harrison debe haber notado mi cara de espanto, porque inmediatamente me pone una mano en el hombro y suaviza sus rasgos, adoptando una expresión tranquilizadora.
Me repito a mí misma que no tengo por qué ponerme así, que el hombre sabe lo que hace. Así que suelto todo el aire que no sabía que estaba conteniendo y asiento lentamente para indicarle que estoy de acuerdo con él.
El hombre sonríe y me dice que siga con la mirada la medalla lentamente. Comienza a moverla de lado a lado justo enfrente de mi cara mientras me susurra que no piense en nada y que me deje llevar.

Me siento en el sofá del living a comer el yogurt que había dejado sin terminar mientras espero a que el chico, que se presentó como Bryan, termine de hablar por teléfono en la cocina.
No se escucha ningún sonido, si no supiera que el chico sigue aquí pensaría que estoy sola. Lo llamo levantando un poco la voz, para saber si está bien, y él me dice que lo espere un segundo, que ya termina y que me lo agradecía mucho.
Escucho un ruido en la entrada de la sala, volteo la cabeza y efectivamente allí esta Bryan que se acerca caminando con una sonrisa de agradecimiento en el rostro.
Me pregunta si puede esperar aquí a su papá, que en un rato lo va a pasar a buscar.
Le digo que sí y mientras tanto comenzó a contarme como había terminado parado frente a mi puerta. Me dijo que había salido la noche anterior con unos amigos que eran de la zona. Ellos lo habían ido a buscar a su casa, porque él no sabía cómo llegar.
Hoy a la mañana había despertado solo a la entrada de un bar. Sin saber dónde estaba y menos aún como volver a su casa… Decidió tocar a un par de puertas a ver si alguien le prestaba el teléfono. La mayoría no le respondía o simplemente le decían que no, hasta que llego aquí.
Ahora tiene miedo de que su papá se enoje mucho con él, ya que dice que es un hombre impulsivo y temperamental.

Media hora más tarde tocan a la puerta, me levanto para ir a abrirla…
En la entrada están parados tres hombres. El que toco la puerta es alto, musculoso y tiene el rostro duro. A los otros dos no puedo verlos bien ya que el primero me tapa la boca mientras me ingresa de un empujón de nuevo al interior de mi casa.

Me incorporo de golpe totalmente alterada, un sudor helado cae por mi espalda y la cabeza me duele a más no poder.
El Dr. Harrison extiende una mano en mi dirección y yo lo aparto de un empujón, no quiero que se me acerque, ya estaba bastante mal antes de que él llegara.
Luego de una media hora comienzo a calmarme y ahí es cuando, por fin, decido escuchar al Dr. Y ver que es lo que paso.
Según parece estuve en trance por casi una hora, no dejaba de convulsionar, él intento despertarme, pero temía que si lo hacía de manera brusca me quedaran secuelas.
Se me caen las lágrimas, no sé por qué, intento detener el sollozo histérico que se me escapa de los labios, pero es completamente involuntario y no lo logro.
El Dr. Rebusca un poco en su cajón y saca un frasquito de vidrio con unas pequeñas pastillas rosas dentro. Me da una, me dice que es un calmante y que sería mejor que lo tome.
Agarro la pastilla con una mano temblorosa y me la meto en la boca. Él me ofrece un poco de agua para ayudarme a tragarla y yo lo acepto, cualquier cosa para calmar mis nervios, que ya están bastante alterados.

Al cabo de un rato se abre la puerta del despacho y entra la misma cuidadora que me llevo ahí en primer lugar. La mujer me toma del brazo y tira de mí hacia afuera. Me despido con la mano del Dr. Harrison.


¿CONTINUARA?
eso depende de ustedes♥

Espero que les haya gustado♥ saludos desde Mendoza mundistas (:

6 comentarios:

  1. Me encanta!!! quiero saber que es lo que le paso a la chica. Seguila cuando puedas!!

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    1. En serio?? *W* muchísimas gracias♥ siii! en la semana subo la 3ra parte :D

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  2. Respuestas
    1. Me alegro de que te gustara (: y muchísimas gracias por tomarte el tiempo de leerla♥

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  3. AAH ME GUSTA MUCHO!
    Tu manera de escribirla me encanta, tiene un ritmo super ameno!
    Y me llena de intriga que le paso!!
    Un beso,
    Seguila Caluu!!

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    1. jajajaj me alegro de que te guste♥ en la semana subo la 3ra parte!!! :D

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